Mi cuerpo es tu diario.
Amo como en él escriben tus manos
que desnudan mi silencio.
Mientras tus labios van narrando en él tus fantasías:
la cama se queja dulcemente,
la locura nos embriaga de infinito,

Mis labios salieron a pescar un suspiro desde tu ombligo,
y sin darnos cuenta
ya estábamos hundidos en un mar de gemidos.
Una marea de caricias nos arrastró a la orilla,
y allí encontramos al tiempo;
desnudo y sin sentido,


Hoy quiero trepar el amor por tu cintura,
despojarte a besos de mi ausencia,
hacer silencio en tus labios,

Un murmullo de besos se hace  lluvia
que moja pensamiento por pensamiento la noche.
Sus dedos se escurren por mi piel como gotas.
Mariposas juguetean por todo mi cuerpo.
Sus ojos encendidos cual dos luciérnagas
me observan como desde otra vida,
como si estas palabras que le susurro solo fueran un eco,
como si mi lengua hubiese incendiado su piel en otro tiempo,
como si esta noche fue otra noche,
como si en este instante siempre:
Me enredo en sus piernas como hiedra,
la trepo con mis labios,
y me venzo en su seno;
como las espigas se rinden al viento.

Marcos E. Cabrera

 Me dejas con una sonrisa en el cuerpo (Canción)

Me dejas con una sonrisa en el cuerpo,
con un insomnio de besos,
con un grito en la mirada,
con la cama estrujada de recuerdos,
con la luna desvelada en la ventana,
con el aire embriagado de suspiros,
contando los minutos para volver a estar contigo,
para vivir la vida entera en un instante,
para en tu amor rescatarme,
para beberme sorbo a sorbo la dulzura de tu piel,
para amarte hasta el amanecer.
Y así:
volver, de un beso a las nubes,
volver, a emborracharme de tu perfume,
volver, a la órbita de tu cintura;
para amarte con locura una y otra vez.

Marcos E. Cabrera
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