Hoy es siempre


Un murmullo de besos se hace  lluvia
que moja pensamiento por pensamiento la noche.
Sus dedos se escurren por mi piel como gotas.
Mariposas juguetean por todo mi cuerpo.
Sus ojos encendidos cual dos luciérnagas
me observan como desde otra vida,
como si estas palabras que le susurro solo fueran un eco,
como si mi lengua hubiese incendiado su piel en otro tiempo,
como si esta noche fue otra noche,
como si en este instante siempre:
Me enredo en sus piernas como hiedra,
la trepo con mis labios,
y me venzo en su seno;
como las espigas se rinden al viento.

Marcos E. Cabrera