Siempre que te vas, me enfermo de poesía


Siempre que te vas, me enfermo de poesía.
Mis manos inician su travesía.
La noche es el mar.
Surcan las palabras el papel
buscando tu mirada.
Pesco del aire tu sonrisa abandonada
y tus besos de adiós.
El viento me trae la frescura de tu voz.
Alzo las velas de mi alma
y me pierdo en tu horizonte.
Siempre que te vas, me enfermo de poesía.

Marcos E. Cabrera