¿Y tú, también me amas?


¿Y tú, también me amas?

Sus labios sufren de amnesia
me hieren y me besan,
me dejan en la cama
deshojando sus palabras en un:
¿Me ama, o no me ama?
Hasta que regresa;
y sus manos contagian mi cuerpo de amnesia,
y debajo de la sábana
sus piernas hacen una fiesta
entre mis piernas;
gritamos,
la casa se estremece,
los vecinos se despiertan.
Y en el silencio más tierno de la tierra;
recuesta su cabeza sobre mi pecho
y me pregunta:
¿Y tú, también me amas?

Marcos E. Cabrera