Estación de soledad


Un dolor se va mojando en tus ojos.
Mirarse desde adentro duele tanto.
La soledad es tan ancha cuando se está en ella:
la voz tiene un eco triste,
el silencio crece en la respiración,
y en la música embriagada de nostalgia.
El espejo te mira con otros ojos.
Todo huele a ausencia;
a noches sudadas de insomnio,
a su perfume disecado en tu piel.
Tus recuerdos son fantasmas
que te tocan sin que puedas tocarlos;
se acuestan en tu cama
con la mirada extraviada en el tiempo.
Como Tú, en el reloj, angustiadas;  las manecillas tiemblan
de tener que esperar,
segundos, minutos, horas,
cada  hora, cada minuto, cada segundo.
-Sin respuestas-
Las velas se consumen desveladas
haciendo señales de humo.
Como tú, la habitación se siente otra, maquillada
por el polvo y el olvido.

Marcos E. Cabrera